Lucas 15:8-10
La mujer se puso a barrer con la esperanza de ver brillar la moneda u oírla tintinar. Hay dos razones por las que la mujer tendría tanto interés en encontrar la moneda:
(i) Puede que fuera sencillamente por necesidad.
(ii) Puede que fuera por una razón más romántica. El adorno de una mujer casada era una diadema formada por diez moneditas de plata enlazadas con una cadenita de plata.
Era el equivalente del anillo de boda, cuyo valor era aún superior al precio.
Jesús habló del júbilo de Dios y de todos los ángeles cuando vuelve al hogar un pecador, es como el de un hogar que recupera el sustento del día, o como el de una mujer que había perdido algo muy personal y valioso, y lo encuentra otra vez.
- Lucas 15:10.
Ningún fariseo habría soñado que Dios fuera así. Debemos admitir, que esto que Jesús enseñó acerca de Dios es algo completamente nuevo: que Dios busca a los hombres perdidos y se alegra cuando vuelven a estar con Él. Nosotros creemos en este amor de Dios, porque lo vemos encarnado en Jesucristo, el Hijo de Dios, que vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. S. Lucas 19:10.
La mujer representa la iglesia a través de la cual Dios obra, donde Jesucristo es el esposo, y la iglesia la esposa de Cristo. Efesios 5:22-24.
Las monedas representan a los pecadores, arrepentidos.
La moneda perdida es la oveja separada de la iglesia, es el pecador extraviado, es el perdido que debe ser encontrado, por el cual Jesús se apiada porque están desamparadas como ovejas que no tienen pastor. S. Mateo 9: 36.
Los hombres son como la hierba y su gloria como la flor de la hierba. Salmos 103: 15-16.
Sin embargo, son tan valiosos que Dios los pone sobre la obra de sus manos. Son tan valiosos que los ángeles son enviados para servicio de ellos, los que heredarán la salvación.
Dios no cuida de los ángeles. No tiene un plan de salvación para ellos. Cuando pecaron, Él no pensó cómo iba a salvarlos. Sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio. 2 Pedro 2: 4.
Dios busca a los pecadores y se regocija cuando son encontrados. Él no se contenta con que ningún pecador se aleje de él, el desea que el pecador vuelva a casa. 2 Pedro 3:9.
Mientras nosotros caminábamos rumbo al infierno, Cristo se preparaba para ser sacrificado por muchos.
Un sacrificio perfecto que es efectivo para todo aquel que cree. Romanos 5:8. El dio su vida por nosotros pecadores aun cuando nosotros éramos enemigos de Dios. Efesios 2: 1-3.
En la ilustración de la moneda, la persona perdida es vista desde la perspectiva de Dios: es alguien que tiene un gran valor cuando encuentra a Dios, y cuya pérdida siente Dios.
La lámpara representa tanto la Palabra como el Espíritu de Dios, los instrumentos usados por la iglesia para barrer la casa. Salmo 119:105.
Así como la mujer tiene que barrer el piso de escombros, la iglesia debe hacer sus alrededores limpios y puros barriendo la inmundicia de sus dominios, Isaías 52:11.
La corrupción doctrinal hace que sea difícil ver a través de los escombros de las falsas enseñanzas. El que la mujer busque la moneda diligentemente muestra una dedicación a mirar con cautela y continuamente. Eclesiastés 7: 2-5.
Tristemente, siempre hay aquellos que asisten a la iglesia de Dios que trabajan vigorosa y fervientemente por un corto tiempo y luego se pierden. La actitud de la mujer debe ser la actitud que debemos tener cuando hacemos la obra de Dios en preparación para su venida. Apacentar los corderos y pastorear y apacentar a las ovejas. S. Juan 21: 15-17.
Todos hemos pecado; y somos merecedores del juicio de Dios. El Padre, envió a su único hijo para satisfacer ese juicio para todos aquellos que creen en Él. Jesús, quién vivió una vida sin pecado, nos ama tanto que murió por nuestros pecados, tomando el castigo que merecemos, fue sepultado y resucitó de entre los muertos de acuerdo a la Biblia. Si realmente crees y confías en tu corazón, y recibes a Jesús solo como tu salvador, declarando: que «Jesús es el Señor», serás salvo y pasarás tu eternidad con Dios en el cielo. S Marcos 16:16.
Ahora tu como parte de la iglesia debes vivir como Él quiere que vivas y buscar lo que la iglesia ha perdido (la moneda perdida), para mostrar que realmente lo amas.
Pr. Rolando Hurtado