enero 13, 2023

Los Cuatro Hábitos Básicos del Discipulo

Los Cuatro Hábitos Básicos del Discipulo

Siembre un pensamiento, coseche una acción.

Siembre una acción, coseche una costumbre.

Siembre un hábito, coseche un carácter.

Siembre un carácter, coseche un destino.

Definición de hábito o costumbre: disposición adquirida por hechos reiterados; una constante inclinación, frecuentemente inconsciente, para hacer determinada actividad que ha sido adquirida a través de una frecuente repetición; una disposición de carácter establecida; una práctica constante; disciplina. 

pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.     He. 5:14

¿CÓMO PUEDO SER UN DISCÍPULO MADURO? 

Creyentes maduros son llamados discípulos. 

No puedo ser un discípulo si no soy disciplinado. Cuanto más disciplinado yo me vuelvo, Dios me usa más. 

La marca del discípulo es llevar la cruz diariamente. Tomar la cruz significa, en cualquier situación, dar a Jesús el primer lugar en mi vida.   Lc. 14:27; Lc. 9:23

Usted se vuelve un discípulo cuando desarrolla los hábitos del discípulo (Col 3:9-10). 

Existen muchas costumbres o hábitos que usted debe cultivar como discípulo, pero es necesario que desarrolle primero estas cuatro costumbres básicas, cuya práctica nos llevará a una rica experiencia de comunión con Dios y con el prójimo: 

Los cuatro hábitos básicos del cristiano eficaz, son: 

la lectura de la Palabra de Dios; la oración, el compañerismo y la obediencia. 

  1. Lectura de la Palabra de Dios. 

Las Escrituras contienen la mente de Dios y los más grandes recursos intelectuales y espirituales para la humanidad, y para nuestra nación. 

“Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Jn. 8:31-32 

La palabra es:

  • Mis mandamientos no son gravosos
  • Es la verdad
  • Es la profecía más segura
  • Es más dulce que la miel
  • Puede ser de bendición, pero también de maldición 
  • Es como martillo
  • Es la espada
  • Es como un espejo
  • Es lumbrera a mi camino
  • Es mi alimento
  1. Oración. Antes de comenzar cualquier otra actividad, debemos cultivar el hábito sagrado de la oración (Sal 5:3). Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré. Sin oración no hay santidad, no hay crecimiento y no hay discipulado (2 Ti. 2:19, 22).

Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos, Jn. 15:7-8 

  1. Compañerismo cristiano. 

El compañerismo es vital para el crecimiento cristiano, por esta razón la asistencia a la iglesia es un imperativo (He. 10:23-25). De manera especial, los grupos pequeños en las casas proveen los elementos necesarios para nuestro desarrollo espiritual, social y afectivo. 23 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. 24 Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; 25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.

“para que no hay desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros. De manera que, si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan”. 1 Co 12:26-27 

  1. Obediencia. 

El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ese es el que me ama; y el que ama, será amado por mi padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él  Jn 14:21 

Tales prácticas exigen tiempo, esfuerzo y trabajo, pero producen un estado de plena satisfacción, siendo fundamentales para el crecimiento y perfeccionamiento cristiano. 

Quizá́ tú puedas pensar en el costo de este esfuerzo, pero piensa también que, si Cristo murió por ti, luego, no hay nada demasiado grande que tú puedas hacer por El. 

Dios se ofrece ayudarnos en la disciplina. 

Cristiano de Buen Perfil 

“Porque Dios es el que en vosotros produce así́ el querer como el hacer, por su buena voluntad”. Fil. 2:13 

Pr. Mauricio Suárez