Efesios 3:14-21
Todos atravesamos por momentos desgastantes, que en ocasiones generan angustia y desesperación en nuestras vidas. Es tiempo de acercarse confiadamente a nuestro Padre, en Él encontramos el descanso y la fortaleza para nuestras vidas.
- Cercanos al Padre.
“Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu;” Efesios 14-16.
Tenemos que acércanos diariamente a nuestro padre, con un corazón humilde y sincero, con una actitud de:
Cercanía: Porque es nuestro Padre.
Adoración: Porque es nuestro Dios.
Él nos llama a buscarlo: “Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.” Lucas 11:10
Él quiere darte “conforme a sus riquezas” y sus riquezas son incomparables e infinitas, porque Dios es más grande que todo y él es superior a todo, ese es tu Padre que quiere “Fortalecer tu hombre interior”, a través del Espíritu Santo él te quiere renovar, restaurar y transformar conforme a la semejanza de Cristo.
- El amor del Padre.
“Para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.” Efesios 3:17-19.
Jesús quiere “HABITAR” (morada de Jesús) en nuestras vidas como Dueño y Señor de ella, nos está desafiando a que nuestras vidas se “ARRAIGUE” (sé sumergido en lo más profundo de su presencia) y esté “CIMENTADA” (sobreedificada sobre Él) sobre ese amor que es: inexplicable, incomparable e incomprensible. Él te ama con amor eterno y su amor está listo para ser experimentado:
- El amor de Dios es suficientemente ancho para incluir a cualquier persona.
- El amor de Dios es suficientemente largo que dura toda una eternidad.
- El amor de Dios es suficientemente profundo que cubre cualquier pecado.
- El amor de Dios es suficientemente alto que nos lleva al cielo.
Cuando conocemos y experimentamos este amor, somos llenos de la “PLENITUD DE DIOS” es decir: nuestra vida cobra sentido y estamos completos.
- El Padre actúa a través de nosotros.
“Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.” Efesios 3:20-21
¿Cómo puede algo que está tan alto para nosotros volverse una realidad? Solamente puede pasar porque Dios es capaz de hacer más allá de lo que pedimos o entendemos.
¿Quién es poderoso para hacer que sucedan tales cosas? Únicamente Dios puede hacer esto, porque Él puede hacer más allá de nuestra habilidad de pensar o pedir.
- Puedes pedir por cualquier cosa buena que hayas experimentado – Dios puede hacer más que eso.
- Puedes pensar o imaginar cosas que están más allá de tú experiencia.
- Puedes imaginar cosas buenas que están más allá de tú habilidad de nombrar – Dios puede hacer más que eso.
“Según el poder que actúa en nosotros” Dios es capaz de hacer esto en nuestra vida ahora. Este poder actúa en nosotros ahora.
“A él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús”, La única respuesta conveniente a este gran Dios es el darle a Él la gloria, especialmente en la iglesia, la compañía de Sus redimidos, y que Él reciba esa gloria por todas las generaciones, por los siglos de los siglos ¡Amén!
Conclusión: Cuando experimentamos el amor de Dios, estamos sumergidos en su presencia, sobreedificados en su palabra y caminamos en el propósito eterno de Dios, Dios será glorificado y la iglesia cumplirá su importante deber de simplemente glorificar a Dios.
Daniel Carvajal