enero 13, 2023

El Efecto Adulam

El Efecto Adulam

Adulam, fue el lugar de refugio de David, es el lugar donde Dios le dio protección, una casa, tanto a David como a un grupo grande de personas, muchos de ellos en su peor condición social, laboral o social, es el lugar donde Dios transformó el corazón de todos ellos a algo que ni ellos mismos pudieron haber llegado a pensar.

Todos se encontraban en el peor momento de sus vidas. David tiempo atrás había vencido a un gigante temible, era una persona que tenía gracia delante de todos, donde además le cantaban: “Saúl mató a mil y David a sus 10 mil” (1 Samuel 18:7). Era una persona que Dios le había dicho que iba a ser rey de Israel, y de pronto, se encontraba solo escondiéndose de que lo maten y sobretodo dudando del plan de Dios en su misma vida. (1 Samuel 22:3)

De igual forma, había un grupo enorme que lo acompañaba, eran personas que, como decía en un inicio, habían caído a su peor condición, la Biblia los describe de la siguiente manera: “Y se juntaron con él todos los afligidos, y todo el que estaba endeudado, y todos los que se hallaban en amargura de espíritu, y fue hecho jefe de ellos; y tuvo consigo como cuatrocientos hombres”. 1 Samuel 22:2 

En la versión TLA, los describe de la siguiente manera:
“Todos ellos eran tan pobres que no tenían dinero para pagar sus deudas. Además, eran gente que sufría mucho y que ya no quería seguir viviendo así. De modo que David llegó a ser su líder”.

Puntualmente, eran personas que sentían que habían perdido todo: dinero, familia quizás, quizás un llamado, un ministerio, ellos habían perdido las ganas de vivir.

En ese momento no representan específicamente lo mejor de la sociedad, son personas que quizás, si les preguntamos a ellos mismos, ni ellos se encuentren valor alguno…

Muchos de ellos probablemente están como nosotros hoy, frustrados porque las cosas no se nos dan, sentimos que Dios se olvidó de nosotros, que las personas se olvidaron de nosotros, no le hallamos sentido a nuestras propias vidas y en el peor de los casos, no solo no confiamos en Dios, sino que nos sentimos estorbo.

 

¿Qué sucede con esas personas?, ¿Qué sucede en la cueva de Adulam? 

La verdad que el relato de ellos es impresionante: (1 Crónicas 12:2,8) a pesar del estado con el que habían llegado a la cueva, se vuelven personas con un ímpetu tan grande, con una firmeza, con coraje que constantemente se incendiaba como el fuego y todo eso se reflejaba, incluso en su condición física, “hombres muy valientes, expertos en uso de armas y con el rostro de leones”.


¡Imagínense la seguridad que transmitían!, ¡Quién pudiera decir que eran los mismos que un día llegaron a esconderse en la Cueva de Adulam!

Soy consciente que estamos saliendo de una pandemia mundial, que muchas personas todavía están en proceso de recuperación, vivimos una situación similar a la depresión del 30, el pensamiento de suicidio está latente hoy en día, personas que tienen un corazón lleno de luto por gente que se nos fue, gente que está con odio, o resentimiento, personas que se sienten menos y también todos aquellos que piensan que Dios los abandonó y viven en esa frustración, por eso yo les quiero pedir, ACOMPÁÑENME A LA CUEVA.

¿Qué pasó en Adulam? ¿Cuáles eran las palabras que les daba David? ¿Qué pasaba día a día? ¡Cómo veían el carácter, la dependencia y la intimidad con Dios de David! Ellos llegaron a ver el corazón de David y como mientras el recuperaba su fe, su ímpetu, su garra, todos ellos se contagiaban de lo mismo, la firmeza con la que hablaban antes de hacer alguna conquista, a tal punto de reírse de la seguridad que tenían de lo que podían hacer, ellos tenían la potencia del Espíritu Santo en sus vidas.

De lista de hazañas que da la Biblia en 2° de Samuel 23:13-18 se habla de 3 valientes de renombre. ¿Qué fue lo que tenían ellos? Ellos no tenían “algo”, tenían a Alguien. El Espíritu Santo (Zacarías 4:6) Esa valentía solo puede provenir del Espíritu Santo. 

Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. 2 Timoteo 1:7

Dios quiere restaurar, restituir sus vidas, que todo aquello que se perdió, cada uno sea capaz de pelear por recuperarlo. El reino de los cielos sufre violencia y solo los valientes lo arrebatan (Mateo 11:12)

La cueva es aquí, es hoy el día que el Espíritu Santo quiere transformar a cada uno para volverlos los valientes de Adulam.

 

Diego del Barrio