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FILIAL ICF CANAAN

Bendecidos para Bendecir


Hablar de los inicios en ICF Canaán, es agradecer a Dios por la vida de Los Pastores Carlos y Regina de Souza, a quienes Dios puso en su corazón restaurar no solo la vida de los usuarios de la Fundación Renuevo, sino que también a cada una de sus familias, pues ambas instituciones funcionan en el mismo lugar. Así lo relata el Pr. Hugo Otero, que desde hace dos años tomó el liderazgo Pastoral en aquella obra, que no para de crecer por la gracia de Dios y la obra del Espíritu Santo, pues ya son más de 130 asistentes.

Actualmente la iglesia se ha convertido en un brazo de apoyo espiritual que acompaña el programa de rehabilitación de cada usuario. Un equipo de líderes es quien dirige las oraciones matutinas y el discipulado, con material provisto por la Iglesia central, tales como: ¿Ya diste frutos? Que anima a cumplir la gran Comisión que dejó Jesús antes de partir.

Esta obra ya cuenta con el Ministerio de Mujeres, donde 25 damas se dan apoyo en oración e intercesión por las necesidades de la iglesia y sus familias.

Por la gracia de Dios ya se está consolidando el Ministerio de Alabanza, que ha sido fundamental para ministrar el corazón y dirigirlo a la Presencia del Señor.

La Horita Feliz es un tiempo de mucha bendición para los mas de 45 niños que cada sábado llegan sedientos de aprender la Palabra de Dios, desde hace dos años. Esta iniciativa forma parte del programa de evangelismo de la Escuela Bíblica Dominical que ya cuenta con tías y tíos comprometidas en la obra del Señor.

Los 30 jóvenes que asisten fielmente a la iglesia son el pulmón de la obra para difundir el mensaje de Salvación. Muestran permanentemente su amor por Jesús con el don de servicio apoyando en todas las actividades.

Orad sin cesad es la premisa del Ministerio de Intercesión que clama diariamente por las peticiones y necesidades del pueblo de Dios, con el fin de engrandecer su Reino. Ya se cuentan grandes milagros ante la respuesta del Señor con su iglesia.

Las salutaciones de bienvenida y orden durante el culto está a cargo del Diaconado, que está comprometido en mostrar el amor de Dios a los hermanos y hermanas que asisten fielmente a los diferentes servicios.